28 may 2013

A mi esposa.

Pensando en vos,
reviviendo las historias pasadas,
las risas acontecidas,
los llantos superados.

Recordándote cuando te miraba,
a la distancia, en esa ahora lejana adolescencia.
Cuando el amor parecía tan lejano,
tan frágil, tan imposible.

Vivimos una veloz eternidad,
desde el día que me regalaste tu sonrisa,
el tiempo no ha parado
y, sin embargo parece tan poco,
tan insuficiente.

Nos ha alcanzado el futuro,
el presente se convirtió en pasado...de alguna forma.
¿Te has dado cuenta?

Todavía me siento adolescente,
cuando estoy mirándote reir,
cuando aún veo el amor en tus ojos.

Todavía siento la ternura
de aquél amor imposible,
la misma que sentía desde los kilómetros de distancia,
que nos separaban entre nuestros bancos,
esas tardes compartidas en mutua soledad.

Todavía siento mi corazón latir y reir,
al imaginarte riendo conmigo.
Todavía soy un adolescente
sintiendo el amor por primera vez.
Te amo.


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