Oscuridad en la habitación,
luz artificial ilumina mi rostro,
me desafía,
me reta a volver a mi.
Tan lejano a mi,
tan ajeno a mi,
pero tan mío.
El cazador de estrellas,
mirando al cielo,
buscando la paz perdida,
nada más que la luz de los astros.
El vaso a medio tomar,
distorsión acompaña mi melancolía,
curiosa forma de éxtasis,
tragedia mirando desde arriba.
Cantando mis lamentos,
sacudiendo mi cabeza,
la multitud de mi mente
tropieza.