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12 jun 2016

Somos la generación que no quiere relaciones

Lean esto, es impresionante. Tanta verdad escrita en unos párrafos. Es tan cierto. Tantas frases me suenan tan conocidas. he vivido esto. Somos tan pocos los que creemos que amar es esfuerzo, es brindarse de verdad. Es una pena que las nuevas generaciones piensen como piensan....

"Queremos una segunda taza de café para las fotos que subimos a Instagram los domingos por la mañana, otro par de zapatos en nuestras fotos artísticas de pies. Queremos poner en Facebook que tenemos una relación para que todo el mundo pueda darle a "me gusta" y poner un comentario, queremos una publicación digna del hashtag #parejaperfecta. Queremos tener a alguien con quien ir de brunch los domingos, con quien quejarnos los lunes, con quien comer pizza los martes y que nos desee buenos días los miércoles. Queremos llevar acompañante a las bodas a las que nos inviten (¿Cómo lo habrán hecho? ¿Cómo habrán conseguido un felices para siempre?). Pero somos de la generación que no quiere relaciones.

Buceamos por Tinder en un intento de encontrar a la persona adecuada. Como si tratáramos de hacer un pedido a domicilio de nuestra alma gemela. Leemos artículos como Cinco maneras de saber que le gustas o Siete formas de gustarle, con la esperanza de ser capaces de moldear a una persona para tener una relación con ella, como si de un proyecto de artesanía que hemos visto en Pinterest se tratase. Invertimos más tiempo en nuestros perfiles de Tinder que en nuestra personalidad. Y aun así no queremos tener una relación.

Hablamos y escribimos mensajes de texto, mandamos fotos o vídeos por Snapchat y tenemos conversaciones subidas de tono. Salimos y aprovechamos la happy hour, vamos a tomar un café o a beber cerveza; cualquier cosa con tal de evitar tener una cita de verdad. Nos mandamos mensajes para quedar y mantener una charla insustancial de una hora solo para volver a casa y seguir manteniendo una charla insustancial mediante mensajes de texto. Al jugar mutuamente a juegos en los que nadie es el ganador, renunciamos a cualquier oportunidad de lograr una conexión real. Competimos por ser el más indiferente, el de la actitud más apática y el menos disponible emocionalmente. Y acabamos ganando en la categoría el que acabará solo.
Queremos la fachada de una relación, pero no queremos el esfuerzo que implica tenerla.

Queremos cogernos de las manos, pero no mantener contacto visual; queremos coquetear, pero no tener conversaciones serias; queremos promesas, pero no compromiso real; queremos celebrar aniversarios, pero sin los 365 días de esfuerzo que implican. Queremos un felices para siempre, pero no queremos esforzarnos aquí y ahora. Queremos tener relaciones profundas, pero sin ir muy en serio. Queremos un amor de campeonato, pero no estamos dispuestos a entrenar.

Queremos alguien que nos dé la mano, pero no queremos darle a alguien el poder para hacernos daño. Queremos oír frases cutres de ligoteo, pero no queremos que nos conquisten... porque eso implica que nos pueden dejar. Queremos que nos barran los pies, pero, al mismo tiempo, seguir siendo independientes y vivir con seguridad y a nuestro aire. Queremos seguir persiguiendo a la idea del amor, pero no queremos caer en ella.

No queremos relaciones: queremos amigos con derecho a roce, "mantita y peli" y fotos sin ropa por Snapchat. Queremos todo aquello que nos haga vivir la ilusión de que tenemos una relación, pero sin tener una relación de verdad. Queremos todas las recompensas sin asumir ningún riesgo, queremos todos los beneficios sin ningún coste. Queremos sentir que conectamos con alguien lo suficiente, pero no demasiado. Queremos comprometernos un poco, pero no al cien por cien. Nos lo tomamos con calma: vamos viendo a dónde van las cosas, no nos gusta poner etiquetas, simplemente salimos con alguien.

Cuando parece que la cosa empieza a ir en serio, huimos. Nos escondemos. Nos vamos. Hay muchos peces en el mar. Siempre hay más oportunidades de encontrar el amor. Pero hay muy pocas de mantenerlo hoy en día...

Esperamos encontrar la felicidad. Queremos descargarnos a la persona perfecta para nosotros como si fuera una aplicación nueva; que puede actualizarse cada vez que hay un fallo, guardarse fácilmente en una carpeta y borrarse cuando ya no se utiliza. No queremos abrirnos; o, lo que es peor, no queremos ayudar a nadie a abrirse. Queremos mantener lo feo tras una portada, esconder las imperfecciones bajo filtros de Instagram, ver otro episodio de una serie en vez de tener una conversación real. Nos gusta la idea de querer a alguien a pesar de sus defectos, pero seguimos sin dejarle ver la luz del día a nuestro auténtico yo.

Sentimos que tenemos derecho al amor, igual que nos sentimos con derecho a un trabajo a jornada completa al salir de la universidad. Nuestra juventud repleta de trofeos nos ha enseñado que si queremos algo, merecemos tenerlo. Nuestra infancia rebosante de películas Disney nos ha enseñado que las almas gemelas, el amor verdadero y el felices para siempre existen para todos. Y por eso no nos esforzamos ni nos preguntamos por qué no ha aparecido el príncipe o la princesa azul. Nos cruzamos de brazos, enfadados porque no encontramos a nuestra media naranja. ¿Dónde está nuestro premio de consolación? Hemos participado, estamos aquí. ¿Dónde está la relación que merecemos? ¿Dónde está el amor verdadero que nos han prometido?

Queremos a un suplente, no a una persona. Queremos un cuerpo, no una pareja. Queremos a alguien que se siente a nuestro lado en el sofá mientras navegamos sin rumbo fijo por las redes sociales y abrimos otra aplicación para distraernos de nuestras vidas. Queremos mantener el equilibrio: fingir que no tenemos sentimientos aunque seamos un libro abierto; queremos que nos necesiten, pero no queremos necesitar a nadie. Nos cruzamos de brazos y discutimos las reglas con nuestros amigos, pero ninguno conoce el juego al que estamos intentando jugar. Porque el problema de que nuestra generación no quiera relaciones es que, al final del día, sí que las queremos."


Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.


1 oct 2014

Prohibida

Amigos, hoy estoy inspirado, hacía mucho que no volvía a escribir así, sepan disculpar mi "verborragia", pero quiero disfrutar escribiendo mientras dure....disfrútenlo como lo estoy haciendo yo...



La vida juega y no tiene azar,
te pone en mi camino
cuando no puedo caminar.
El destino tiene sabor a sadismo.

Tu rostro no puede mirarme,
el mío no puede ignorarte,
¿cómo apagar lo que ya encendió?
La tristeza de lo real.

El pasado imposible de cambiar,
el presente es muy difícil de afrontar,
tu presencia no me deja respirar,
tu rostro no me deja de sonreir.

¿A qué sabrán tus besos?
¿Qué perfume tendrá tu cabello?
Observo mis sueños desvanecer,
te observo alejarte de mi.

No me importa lo que sabes,
importa más lo que nunca sabrás,
lo que mis labios nunca dirán,
lo que tus oídos nunca oirán.

La incertidumbre de mi ser,
es la certeza de nunca sentirte,
es la cercanía de tenerte tan lejos,
es lo prohibido de mis ojos.

Me miras sin saber,
me sonríes sin conocer,
mis palabras no pueden salir,
y tu ignorancia es mi espina.

No sabes lo que veo,
mi corazón está partido,
y nunca lo puedes saber.
Si solo lo miraras, sanaría.

Amarga tristeza del olvido,
serás de otro,
pero seguirás siendo mía,
y tal vez, nunca lo sepas....









22 jul 2013

Nuestro Universo es sólo uno entre miles de millones...

He estado viendo, por casualidad, documentales sobre el Multiverso.



El Multiverso implica que existen infinitos Universos además del nuestro, cada uno con diferentes formas de composición de la materia, hasta con diferentes dimensiones espacio-tiempo.

Cabe la posibilidad inclusive, que existan copias prácticamente exactas de nuestro Universo. En otro lugar de este "macrocosmos de universos" exista alguien exactamente igual que yo, escribiendo exactamente lo mismo, o una persona como vos, leyendo y pensando exactamente lo mismo en este momento.

Esta teoría incluso está asociada a la Teoría de Cuerdas, que explica que toda la materia está formada por cuerdas que vibran de forma diferente para formar los quarks y los átomos. La vibración distinta de cada cuerda está dada por las 3 dimensiones que conocemos (alto, ancho y profundidad) más 6 adicionales como mínimo, las cuales se pueden explicar gracias al Multiverso.


Incluso hay indicios que obtuvo el telescopio Planck hace algunos meses de que esta teoría podría ser correcta. El telescopio Planck detecta las distintas temperaturas del comienzo de nuestro Universo, es decir, del Big Bang, y se han detectado puntos frios y calientes dispares y no uniformes, como era de esperarse de la creación desde un punto y sin nada que detenga su expansión desde el exterior. Pero al parecer, existe algo fuera del Universo conocido que ha hecho que la expansión sea irregular, lo que sería un indicio de la acción de Universos "vecinos".

Les dejo unos links de artículos que explican mejor que yo todo este tema.

Multiverso (Wikipedia)

Planck detecta anomalías en el Big Bang

En inglés, descubrimiento del telescopio Planck

¿Existe el Multiverso?

Increíble no? Pensalo, tomate unos 5 minutos y tratá de imaginar esta nueva realidad que se nos presenta....




23 oct 2012

Orgulloso

Qué difícil que es ser uno,
uno quiere ser lo que es,
pero al querer no se es nadie.

Tal vez no hay,
un camino real,
tal vez el que sos
no existe.

Preguntan hoy,
lo que vendrá.
Lo que vendrá,
nadie lo sabrá.

Orgulloso venís,
con tu soberbia,
y maltratas al que te mantiene.

Vestís de traje,
ocultas tu ser,
debajo de vos,
solo hay miseria.

No vivís,
ni vivirás,
porque la vida para vos
es lo que conocés.

Lo que conocés,
nada es,
no te conocés
ni a vos mismo.



12 ago 2012

Sombras

Momentos de gloria,
pasaron hace tiempo.
Recordando la alegría
de alguna charla de amigo.

Sombras del ayer,
se convierten en la luz
de tus ojos hoy.

Esas sombras que 
te pesan en la espalda
y no podés soltar.

Son las que llenan tus ojos
de vidrios rotos
en mil pedazos.

Luchando por estallar
cuando, como ahora,
las sombras se convierten
en luz.

Tu espalda tiene mucho peso,
como tu corazón,
mas no reniegas.
de lo que pasó.

El tiempo pasa,
y eso te hizo
lo que sos hoy.

Soñador

Aquí vamos de nuevo,
luchando contra los molinos,
montado en la bala
disparada por la vida.

Pensamientos llenos de ideales
que construyen frustraciones,
donde tu alma se estrellará,
donde tu mente explotará.

Inocencia en tus ideas,
toman el control,
utopías en tu cabeza,
frustran tu "yo".

Historias de un soñador,
sabiendo que su lucha
no tendrá más valor
que una derrota.

Talentos coartados,
no puede vivir,
se encuentra atado,
sólo puede dormir....

....y soñar...

Sueña con cambiar al mundo,
sueños rotos por la negra realidad,
nunca nacerá su éxito
a menos que le gane a la oscuridad.

Oportunidad de ser,
no la puede ver.
Oportunidad de vivir,
no la puede conseguir.

8 jun 2012

Felicidad y realidad


Sintiéndome solo, pero no triste. Sintiéndome yo mismo, seguro de mi. Solo, pero yo.

No necesitamos de nadie para ser felices, nadie nos necesita tampoco para lo mismo.

La felicidad la construís vos mismo, cada día, no dejando que las cosas que pasan afecten tu estado, tu visión, tu percepción. Porque, al final de cuentas, es solo percepción. Las cosas pasan y nos sentimos de acuerdo a como las percibimos, de acuerdo a nuestra mente.

Eso no debe afectarnos, ya que no es real. La realidad que creemos real es la que percibimos por los sentidos e interpretamos con nuestra mente.
No es así, la realidad no existe, es un juego de construcción formado por bloques creados y adaptados por nuestra mente, nuestra humanidad. Pero, la Verdad, la verdadera realidad, la “ve” nuestra divinidad, nuestro ser.

No permitas que tu mente se convierta en tu dios. No olvides que eso que sientes cuando tu mente se aquieta, sos vos. Ese “vacío” sos vos, esa “nada” sos vos, esa “talidad” es dios y dios sos vos, no tu mente, no tu percepción, no lo que tus ojos ven lo que tu piel siente, sino tu esencia. Esa que se “ve” o “percibís” sólo cuando estas solo, solo con vos. Solo, sin tu mente “hablando”.