7 jul 2016

Corey Taylor - Snuff - Increible versión

Versión increíble de este tema de un corazón destrozado. El sentimiento en la interpretación se puede palpar y quién haya pasado por una situación así, va a sentir como el corazón empieza a latir suavemente con el sufrimiento hasta cabalgar por la ira y el odio.






Imperfect Stone Sour Subtitulada al Español

Tuve que morir para finalmente dejarte ir...



12 jun 2016

Somos la generación que no quiere relaciones

Lean esto, es impresionante. Tanta verdad escrita en unos párrafos. Es tan cierto. Tantas frases me suenan tan conocidas. he vivido esto. Somos tan pocos los que creemos que amar es esfuerzo, es brindarse de verdad. Es una pena que las nuevas generaciones piensen como piensan....

"Queremos una segunda taza de café para las fotos que subimos a Instagram los domingos por la mañana, otro par de zapatos en nuestras fotos artísticas de pies. Queremos poner en Facebook que tenemos una relación para que todo el mundo pueda darle a "me gusta" y poner un comentario, queremos una publicación digna del hashtag #parejaperfecta. Queremos tener a alguien con quien ir de brunch los domingos, con quien quejarnos los lunes, con quien comer pizza los martes y que nos desee buenos días los miércoles. Queremos llevar acompañante a las bodas a las que nos inviten (¿Cómo lo habrán hecho? ¿Cómo habrán conseguido un felices para siempre?). Pero somos de la generación que no quiere relaciones.

Buceamos por Tinder en un intento de encontrar a la persona adecuada. Como si tratáramos de hacer un pedido a domicilio de nuestra alma gemela. Leemos artículos como Cinco maneras de saber que le gustas o Siete formas de gustarle, con la esperanza de ser capaces de moldear a una persona para tener una relación con ella, como si de un proyecto de artesanía que hemos visto en Pinterest se tratase. Invertimos más tiempo en nuestros perfiles de Tinder que en nuestra personalidad. Y aun así no queremos tener una relación.

Hablamos y escribimos mensajes de texto, mandamos fotos o vídeos por Snapchat y tenemos conversaciones subidas de tono. Salimos y aprovechamos la happy hour, vamos a tomar un café o a beber cerveza; cualquier cosa con tal de evitar tener una cita de verdad. Nos mandamos mensajes para quedar y mantener una charla insustancial de una hora solo para volver a casa y seguir manteniendo una charla insustancial mediante mensajes de texto. Al jugar mutuamente a juegos en los que nadie es el ganador, renunciamos a cualquier oportunidad de lograr una conexión real. Competimos por ser el más indiferente, el de la actitud más apática y el menos disponible emocionalmente. Y acabamos ganando en la categoría el que acabará solo.
Queremos la fachada de una relación, pero no queremos el esfuerzo que implica tenerla.

Queremos cogernos de las manos, pero no mantener contacto visual; queremos coquetear, pero no tener conversaciones serias; queremos promesas, pero no compromiso real; queremos celebrar aniversarios, pero sin los 365 días de esfuerzo que implican. Queremos un felices para siempre, pero no queremos esforzarnos aquí y ahora. Queremos tener relaciones profundas, pero sin ir muy en serio. Queremos un amor de campeonato, pero no estamos dispuestos a entrenar.

Queremos alguien que nos dé la mano, pero no queremos darle a alguien el poder para hacernos daño. Queremos oír frases cutres de ligoteo, pero no queremos que nos conquisten... porque eso implica que nos pueden dejar. Queremos que nos barran los pies, pero, al mismo tiempo, seguir siendo independientes y vivir con seguridad y a nuestro aire. Queremos seguir persiguiendo a la idea del amor, pero no queremos caer en ella.

No queremos relaciones: queremos amigos con derecho a roce, "mantita y peli" y fotos sin ropa por Snapchat. Queremos todo aquello que nos haga vivir la ilusión de que tenemos una relación, pero sin tener una relación de verdad. Queremos todas las recompensas sin asumir ningún riesgo, queremos todos los beneficios sin ningún coste. Queremos sentir que conectamos con alguien lo suficiente, pero no demasiado. Queremos comprometernos un poco, pero no al cien por cien. Nos lo tomamos con calma: vamos viendo a dónde van las cosas, no nos gusta poner etiquetas, simplemente salimos con alguien.

Cuando parece que la cosa empieza a ir en serio, huimos. Nos escondemos. Nos vamos. Hay muchos peces en el mar. Siempre hay más oportunidades de encontrar el amor. Pero hay muy pocas de mantenerlo hoy en día...

Esperamos encontrar la felicidad. Queremos descargarnos a la persona perfecta para nosotros como si fuera una aplicación nueva; que puede actualizarse cada vez que hay un fallo, guardarse fácilmente en una carpeta y borrarse cuando ya no se utiliza. No queremos abrirnos; o, lo que es peor, no queremos ayudar a nadie a abrirse. Queremos mantener lo feo tras una portada, esconder las imperfecciones bajo filtros de Instagram, ver otro episodio de una serie en vez de tener una conversación real. Nos gusta la idea de querer a alguien a pesar de sus defectos, pero seguimos sin dejarle ver la luz del día a nuestro auténtico yo.

Sentimos que tenemos derecho al amor, igual que nos sentimos con derecho a un trabajo a jornada completa al salir de la universidad. Nuestra juventud repleta de trofeos nos ha enseñado que si queremos algo, merecemos tenerlo. Nuestra infancia rebosante de películas Disney nos ha enseñado que las almas gemelas, el amor verdadero y el felices para siempre existen para todos. Y por eso no nos esforzamos ni nos preguntamos por qué no ha aparecido el príncipe o la princesa azul. Nos cruzamos de brazos, enfadados porque no encontramos a nuestra media naranja. ¿Dónde está nuestro premio de consolación? Hemos participado, estamos aquí. ¿Dónde está la relación que merecemos? ¿Dónde está el amor verdadero que nos han prometido?

Queremos a un suplente, no a una persona. Queremos un cuerpo, no una pareja. Queremos a alguien que se siente a nuestro lado en el sofá mientras navegamos sin rumbo fijo por las redes sociales y abrimos otra aplicación para distraernos de nuestras vidas. Queremos mantener el equilibrio: fingir que no tenemos sentimientos aunque seamos un libro abierto; queremos que nos necesiten, pero no queremos necesitar a nadie. Nos cruzamos de brazos y discutimos las reglas con nuestros amigos, pero ninguno conoce el juego al que estamos intentando jugar. Porque el problema de que nuestra generación no quiera relaciones es que, al final del día, sí que las queremos."


Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.


10 may 2016

Again

Walking through the pain.
I cannot make it in darkness.
I won´t give my life away....
again.

I am on my own...
again.
I walk alone...
again.
I won´t give my love...
again.

Lock it up in a safe...
Uncrackeable,
unbreakable,
unreachable,
out of sight.

I won´t let it go
and see the light...
again.

This love is for me to keep.
No one deserves it.
I stand alone,
on my own.

My broken heart
will never be fixed...
again.

I prefer my loneliness
than having to live
of all this...
again.

Walking on my own,
I feel my love,
is for me,
not for anybody else.

I can live
without you
I can breath
without you

Did you think I'll break down?
I'll save myself

I´m locking up
forever and ever

Never to feel...
again.
The only one
I will ever love...
will be...
ME.

6 may 2016

De hombre en hombre

Volverás a tus viejas costumbres,
De cama en cama,
De hombre en hombre.
Día de fin de semana,
Un hombre nuevo.
No sabes quien será el del próximo.
Pero siempre lo tienes a él.
El que te salva si tus planes fallan.
Te trata como la puta que sos
Y eso te ofende...
Aun así...vuelves para succionar su pene.
Amas
"Disfrutar de todo y de todos"
Aun más de lo que tus amigas lo han hecho.
Hasta ellas se asombran
De la cantidad de hombres
Que han pasado entre tus piernas.
De hombre en hombre,
De miembro en miembro,
Es la vida que te gusta...
Es la vida de la puta....